Para obtener resultados en nuestra dieta elegida, una cuestión importante es lo que ha sido el factor más importante en nuestro aumento de peso inicial. Cuando nos fijamos en los hechos, muy a menudo la causa principal es los malos hábitos que hemos formado con el tiempo.
¿Cómo estos malos hábitos entrará en vigor en nuestra rutina diaria?
Al romper nuestra rutina diaria, podemos fijar el punto donde y cuando podemos ver posibilidades de mejora en nuestros hábitos. Estamos enterados de que algunas cosas que estamos haciendo y comer son malos para nuestra dieta y nuestros cuerpos. ¿Tenemos el tablero en la mañana, o dejando de comer el desayuno o un festín con los alimentos perjudiciales para nuestra dieta? ¿Tenemos aperitivo del medio día o golpear las palomitas y refresco de cola mientras veía la televisión en la noche? Los malos hábitos pueden venirnos con tanta facilidad, y cuanto más tiempo que llevamos con ellos más difícil que se quiebren. ¿Qué pasa con el ejercicio? Tenemos que mirar a todos estos problemas y solucionarlos si queremos tener éxito en nuestro programa de pérdida de peso.
Al hacer una nota de los hábitos que pensamos que son malas, hemos dado el primer paso para la implementación de cambios mentales. El siguiente paso son los cambios físicos que tenemos que hacer para reemplazar gradualmente los malos hábitos de los buenos.
Pre-planificación y preparación es a menudo una buena idea. Al planificar el desayuno antes de la noche, incluso poner la mesa, que son más propensos a comer, que nos da un buen comienzo para el día. Prepare un batido, toronja fresca o una ensalada de fruta pequeña, que se pueden disfrutar con el cereal. Todo esto toma un poco de tiempo en la noche, pero hace la vida mucho más fácil en la mañana y más probabilidades de entrar en nosotros el hábito de disfrutar de un desayuno saludable. Hay tantas cosas que podemos implementar para reemplazar gradualmente los malos hábitos. La variedad es también importante, las opciones más saludables que tenemos, más felices y más sostenido que se sentirá. Al mantener en nuestra nevera llena de fáciles de preparar aperitivos saludables, como rodajas de melón, fruta picada, tomates cherry, rodajas de zanahorias crudas o apio, podemos picar los más que más tarde trata de engorde.
Con un poco de pensamiento y la imaginación podemos empezar, poco a poco a sustituir poco a poco algunos de nuestros malos hábitos. No hay necesidad de tratar de abordar todos los malos hábitos a la vez. Como hemos superado una costumbre a continuación, intenta pasar a otro, pero sólo tratan un paso a la vez.
Esta fórmula de cambiar el hábito también se pueden implementar para nuestros hábitos de ejercicio. Pre-planificación, ajustando las rutinas y disciplina a nosotros mismos a los cambios de hábitos más favorables son beneficiosos. Al igual que con la dieta, el ejercicio cambios de rutina son mejor hacer de forma gradual, aumentando en intensidad a medida que pasa el tiempo.
Sólo somos humanos, y es natural que a veces podemos caer en nuestros malos hábitos de edad. Trate de no estar desanimado o frustrado, que no siempre puede ser perfecto. Pegando demasiado rígida para cualquier dieta o régimen de ejercicio que sólo es probable que darse por vencido, un poco de flexibilidad no va a ser muy perjudicial proporcionar estamos enfocados en el largo plazo. Cualquier cambio que hagamos para bien son parte del panorama, y no importa lo pequeño de todos los complementos en el transcurso del tiempo.
Como individuos, nuestras propias necesidades personales son diferentes. Un plan de dieta y ejercicio que es ideal para una persona no necesariamente será adecuado para otro. Proporcionar podemos revisar nuestros malos hábitos y tratar de poner en práctica alternativas buenas, sanas, bien en nuestra manera de perder peso y mantenerlo en forma.
